En esta páginas no solo encontrarás Chistes Graciosos, sino que encontrarás los chistes más graciosos que te gustarán incluso más que los peores chistes del mundo. Tenemos varios de ellos. ¡Y encima cortos!
¿Saben porque es lo mismo una caja de bombones que un cura?
Porque nunca sabes cuando te puede tocar
– ¿Qué hace un boli Bic en el aire?
– …. AeroBic.
– ¿Por qué los patos no tienen amigos?
– Porque son muy antipáticos.
– En la pescadería, comprando para la cena de navidad:
– Muy buenas, ¿hay gambas?
– Muy buenas.
– Muy buenas, ¿hay gambas?
– Muy buenas.
– ….
– Disculpe ¿me puede decir la contraseña del Wifi de su Bar?
– Tómate una caña por lo menos, hombre!
– Aja… ¿Todo junto?
– Mi mujer me dijo que ya no podía más, qie necesitaba más espacio.
– ¿Y qué hiciste?
– La regalé un disco duro de 2Tb.
– No sé si conseguiré enamorar a esa chica…
– ¿Tienes vacas y ovejas?
– Sí.
– Pues ya tienes mucho ganado.
– ¿Este vino, de dónde es?
– De Islandia, creo.
– ¿No pone la ciudad en el envase?
– Tetravrik.
– Dos leperos van al médico y ven un cartel: “CONSULTA DE 4 A 7”. Así que uno de ellos le dice al otro:
– Oye, que solo somos dos, vamos a buscar otra pareja de enfermos.
– Mi novia me ha dejado una nota en la mesa que ponía:
“Me voy, no hay química”
– No la entiendo, ¿si le han anulado la clase para qué va?
– Dos mujeres, una le dice a la otra:
– Mi marido es marinero y se pasa 11 meses en el mar y uno en casa.
– Vaya… ¿Se te debe hacer eterno?
– No te creas porqué se pasa medio mes en casa de su madre.
– Un marinero de un barco que se hunde grita desesperadamente:
– ¿Hay alguien a bordo que sepa rezar con devoción?
– Sí, yo, responde un pasajero.
– A lo que el marinero responde:
– ¡Perfecto, porque nos falta un chaleco salvavidas!
– Estan 2 cadaveres en el cementerio y uno empieza a reírse y dice:
– Jajajajaaja, ¡me vivo de la risa!
– Amor mío, creo que podríamos tener otro hijo.
– Me parece bien, a mi tampoco me gusta el que tenemos ahora…
– Papá, ¿qué significa patriota?
– ¿Has visto todos esos catalanes que piden la independencia?
– Sí.
– Po tráeme una birra. Y pa-ti-otra.
– Nos gusta mucho su currículum, señor Juan, pero no especifica su teléfono.
– No.
– ¿Y cómo le llamamos?
– Juan.
– ¿Que le dice un bosque argentino a otro?
– ¿Y vos qué?
– Doctor, todo el mundo cree que soy un mentiroso
– Sinceramente, eso no puede ser…
– Una vecina a otra:
– ¡Uo! ¡Es increíble el parecido que tiene tu hijo con su padre!
– Sí, ya… ¡pero habla más bajo que mi marido está en casa!
– En la Farmacia:
– ¿Tienen pastillas para el cansancio?
– Están agotadas.
– Papá, tengo una buena y una mala noticia…
– Empieza por la buena, dame una alegría anda…
– ¡Los airbags de tu coche funcionan muy bien!
– Si un gallego te guiña un ojo, ¿es un galleguiño?
– Dos pueblerinos hablando:
– Tengo un problema, y es que a mi vaca no le gustan los toros.
– ¿Has probado a llevarla al fútbol?
– Un hombre le pregunta al dueño del hotel:
– No lo entiendo ¿por qué en verano cobras menos por noche que en invierno?
– Claro es muy sencillo, ¿no ves que en el verano las noches son más cortas?
– ¿Por qué nunca llueve en URUGUAY?
– Porque está debajo de PARAGUAY.
– En la recepción de un hotel:
– ¿Nombre?
– Bond, James Bond.
– Bien, Bond James Bond
– No. James y Bond a parte
– ¿James Bonaparte?
– James Bond, y ya
– ¿James Bonilla?
– Apunte 007…
– … Lo siento… esa habitación no está disponible
– …
– ¿Cómo se llama el primo vegano de Bruce Lee?
– Broco Lee…
– En la entrevista de trabajo
– ¿Cuál es su nivel de inglés?
– Muy Alto, señor…
– Bien, sabe ¿qué es oil?
– Mielcoles…
– ¿Que hace un perro con un taladro?
– Taladrando.
– ¿Qué le dijo el agente de seguros a Adán y Eva?
– Ya veo que no están cubiertos.
– ¿Te sabes el chiste del hombre entre dos vallas?
– No.
– Vaya, hombre, vaya.
– Mira Mamá, ya me están creciendo los pechos.
– Si, ya vi, tienes que empezar adelgazar un poco Manuel.
– ¿Te sabes el chiste de Pocoyo?
– No.
– PUES TAMPOCOYO.
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Nada como una serie de Chistes Graciosos para alegrarte el día
Cuando hablamos de chistes graciosos, la primera pregunta que sale a relucir es: ¿Cómo sabemos diferenciar un chiste normal de un chiste gracioso?. Nosotros te tenemos una explicación muy particular.
Muchas personas dan una simple respuesta, la cual tiene mucho sentido, pero a la vez no lo es todo. “El chiste que dé risa es el más gracioso”. Por una gran parte esas personas tienen razón, si un chiste no da risa no puede entrar en la lista de chistes graciosos, pero el trasfondo de un buen chiste no solo es la risa.
Las personas, en general, son muy diferentes al momento de entender, analizar y disfrutar de un chiste, esa una de la primera variable que tomamos en cuenta. Van a existir diferentes escenarios al momento de contal cualquier chiste. Una persona se puede reír a carcajadas y decir que es uno de los chistes más graciosos que ha escuchado en su vida. Otra persona le hará gracia, se reirá y seguirá su día como si no hubiese pasado nada. Otra persona no lo entenderá y no pasará nada. En el peor de los casos no existirá ninguna reacción y hasta podría ofender, en vez de una sonrisa se puede crear un disgusto.
Por otro lado, la persona que cuenta el chiste tiene otro papel muy importante en definir si esa historia divertida entra en el grupo de los chistes graciosos. La forma de contar un chiste involucra mucho los gestos, el tono y cualquier otra monería que pueda utilizar el personaje en momento del relato.
Hoy en día existen profesionales en humor, conocidos como humoristas, lo cuales estudian las maneras de contar y actuar en un chiste. Está comprobado científicamente que la forma de contar el chiste podría influir en un 80% en la receptividad del público y estos profesionales del humor conocen estos números. La experiencia y la práctica forma a los humoristas y a su vez genera los chistes graciosos que a todo el mundo le gusta. Puede ser el chiste más simple y absurdo, pero en buenas manos ese chiste puede ser el protagonista de la noche.
Hasta aquí, solo hemos hablado de personas, las que cuentan y las que escuchan el chiste. Otro factor, que a nosotros nos parece uno de los más importantes, ya que, al final somos una página de chistes en línea, para nosotros lo importante es el contenido del chiste. En esta página no valen los gestos ni las señas, esos se los dejamos a ustedes cuando cuenten los chistes graciosos que tenemos en nuestro portal web.
El contenido del chiste, se puede decir que es el corazón del cuento para que sea gracioso, lo que define los chistes graciosos es como se desarrolla la historia, viene de un comienzo, presentando al personaje o a los personajes, un desenlace y un final inesperado, el cual es el punto clave de un buen chiste.
Para el comienzo de un chiste, la presentación juega un papel intermedio, el cual se basa en dar a conocer los personajes de la pequeña, pero graciosa historia. ¿Cómo se llaman? ¿En qué se identifican? ¿Cuál es su característica más resaltante? Todas esas y otras interrogantes que se contestan en la presentación.
El desenlace del chiste es el segundo protagonista, la parte donde todo puede pasar, las personas piensan que en ese momento es una historia más, las acciones de los personajes no hacen mucho ruido, solo desarrollan el contexto del chiste.
El final del chiste es el protagonista, lo que la gente espera, donde toda línea de concordancia o sentido se pierde. El final de los chistes graciosos tienen que ser épicos, con un final que nadie se lo espere, algo que digan “Wow esto es de otro mundo” y cause la risa que todo contador de chistes espera.
Creo que ya te queda un poco más claro lo que significa para nosotros los chistes graciosos de verdad, Ahora viene la mejor parte, disfrutar los mejores chistes graciosos que ElChistoso trae para ti.
Sin más que decir, deléitate de nuestros chistes graciosos. Sabemos que te sacarán una sonrisa.
La gracia de los chistes proviene de la incoherencia que los mismos usan, por lo que, también al percibir el ilógico de los mismos y que sean contados por un buen comediante, son lo que le agregan el toque especial a los chistes graciosos.
Como siempre se dice “cada cabeza es un mundo”, por lo que afirmar que todos los chistes son graciosos no es correcto, ya que, el sentido y la gracia de los chistes muchas veces se lo damos nosotros mismos.
El impacto de contar chistes graciosos y hacer reír a los demás aumenta nuestra seguridad y en muchos casos, a perder el miedo escénico que puede causar el dedicarse a una labor tan difícil como hacer reír a otro.